El 16 de septiembre de 2012 Dragó tuvo un hijo a los setenta y cinco años. Naoko, la madre, tenía treinta y ocho. El niño -Akela-, concebido de forma completamente natural, nació en casa, sin ginecólogo ni medicación, entre gatos y mujeres. Fue la noticia del día, que escandalizó a algunos y emocionó a otros. Dragó volvía a pulverizar las convicciones y a levantar pasiones encontradas. Se le ocurrió entonces la idea de escribir este libro y propuso a su hija Ayanta que se sumase al proyecto. Así nació Pacto de sangre, una crónica familiar en la que se cruzan dos textos complementarios, pero muy distintos. El de Dragó es tierno, divertido, emotivo, didáctico. incorrecto y luminoso: un Cántico de las Criaturas. Narra cómo vivió el parto, en el que estuvo presente, y cómo a su hilo surgió, arrollador, el sentimiento de paternidad. Lo hace, con la sencillez literaria que la madurez confiere, en forma de cuento narrado a un bebé para enseñarle a cabalgar el tigre e la vida desde la raya de la senectud. Ayanta envía a su padre una carta y carga de profundidad que es de cariño y queja, de gratitud y recriminación, de admiración y reparo, de alabanza y reproche, dulce y dura, soleada y umbría, alegre y triste, cuento de hadas, balada de miedos, repaso de secretos, dolorido sentir, confesión de hija y reflexión de madre.
Editorial: Temas de hoy
ISBN:978-84-9998-254-0
Encuadernación: Rústica
Lengua: Español.
286 págs.